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Seguramente ya te ha pasado. Estás escuchando una canción que hace tiempo no escuchas y, de pronto, te has trasladado a un momento del pasado. O quizás, eres una de esas personas que cuando está triste escucha canciones alegres y le ayuda a cambiar su estado de ánimo.

¡La música es mágica! puede trasportarnos a momentos del pasado y hacernos conectar con sentimientos que nunca habíamos sentido o habíamos olvidado. La música tiene la capacidad de influir en nuestro estado de ánimo y por ello es una de las herramientas más útiles para utilizar en actividades que tengan como objetivo ejercitar la memoria o las reminiscencias.

Pero, empecemos por el principio ¿qué es la reminiscencia?

La reminiscencia es una de las intervenciones más extendidas y usadas en personas mayores con (o sin) deterioro cognitivo. Consiste en rememorar acontecimientos autobiográficos, generalmente aquellos que tienen un significado personal y que suscitan sentimientos positivos. Cuando trabajamos con personas con demencia, muchas veces esos recuerdos ya no son accesibles para la persona y la estimulación se hace por medio de elicitadores o estímulos evocadores de dichos recuerdos.

Estos estímulos pueden ser fotografías, olores, sabores, sonidos y, cómo no, MÚSICA. Todos ellos pretenden evocar recuerdos autobiográficos de cualquier tipo: lugares, momentos, personas, emociones…

hombre recordando

La música como estímulo para recordar

La música es uno de los estímulos elicitadores y evocadores de recuerdos más potente, una vía de conexión directa a las emociones. Las personas con demencia tienen dificultad para acceder a su memoria autobiográfica de manera intencional. Pero esos recuerdos no se han borrado, lo que ocurre es que la persona no puede acceder a ellos. Para ayudarle a encontrarlos, podemos usar la terapia de reminiscencia.

En la terapia de reminiscencia, se utilizan elementos como la música para ser la llave que abre la puerta a los recuerdos. Cuando se escucha una melodía se pueden volver a experimentar muchos de los aspectos que estaban presentes durante el instante al que está vinculada. El cerebro recupera aquel recuerdo y es como si se volviera a vivir y experimentar otra vez. Todos tenemos una banda sonora de nuestra vida, y conocer la música vinculada a las diferentes etapas de la vida de una persona puede ayudarla a rememorar su historia, a revivir momentos especiales y/o generar emociones positivas.

Efectos positivos y beneficios de la música en personas mayores y/o con demencia

La música forma parte de nuestras vidas, está presente desde que nacemos y en todos los ámbitos.  ¿A quién no le han cantado una “nana” para acunarle, calmarle, y ayudarle a dormir? ¿Cómo describir ese momento en el que se eriza la piel al escuchar una melodía? ¿Qué has sentido al asistir a un concierto? Y la música en la naturaleza, ¿qué efecto tiene en ti el sonido del mar, el canto de un pájaro al amanecer?

Si pensamos en todo esto resulta muy fácil entender por qué la música es una herramienta tan potente y todos los beneficios que nos aporta.

La demencia tiene una alta prevalencia, y conlleva una gran necesidad de cuidados y de recursos.  El énfasis en los estados psicológicos positivos, como factores protectores de la salud física y mental, y especialmente la relación existente entre estados psicológicos positivos y su repercusión en el desarrollo de enfermedades se ha comenzado a estudiar en las últimas décadas.

La música puede ayudarnos a profundizar en los aspectos que mejoran la calidad de vida y el bienestar de las personas con demencia y de las personas que las cuidan, ya sean familiares o profesionales. La música puede tener efectos a nivel emocional y conductual ya que genera estados de relajación, induce a la calma, reduce la ansiedad y los estados de agitación, ayuda a expresar emociones, … Aspectos que debemos tener muy en cuenta, especialmente cuando tratamos con personas con demencia.

Además, participar en actividades musicales puede ayudar a la inclusión y participación de la persona con demencia en su comunidad. En este sentido, la música puede ayudarnos a conectar y facilitar el vínculo de la persona con demencia con su entorno más cercano. La música puede ayudarnos a crear espacios compartidos entre la persona con demencia y su cuidador o cuidadora, así como con los demás miembros de la familia y de su entorno.

la música es una herramienta muy útil para evocar reminiscencias

Integrar la música en el día a día de los entornos de cuidado, en centros o en el propio domicilio.

Del mismo modo que está en nuestras vidas, hay que dejar que la música fluya de manera natural en el día a día de los diferentes entornos de cuidado. 

En cualquier actividad que hagamos podemos integrar la música, lo primero siempre es conocer los gustos musicales de la o las personas (si hablamos de un centro). Acercarnos a sus canciones favoritas, conocer cuál es la banda sonora de sus vidas, indagar acerca de si saben tocar algún instrumento musical, y a partir de ahí, desde la base de sus gustos, preferencias e intereses integrar la música en las actividades cotidianas de diversas formas.

Hay múltiples actividades que se pueden desarrollar, pero lo fundamental es que las actividades que pongamos en marcha siempre tengan un sentido para las personas, que las motiven y, para ello es muy importante que hagamos a esas personas las protagonistas de la actividad. Es muy importante que tengan un papel activo a la hora de planificar las actividades, diseñarlas y llevarlas a la práctica.

Te proponemos algunos ejemplos:

  • Empezar el día con una canción “a modo de despertador” que nos ayude a activarnos y que haya sido elegida por una persona o grupo de personas en el centro. Si la persona no puede elegir podemos indagar con ayuda de sus personas allegadas sus gustos musicales.
  • Incluir música en las tareas de aseo e higiene diarias para crear un momento agradable para la persona. Es importante observar “los cambios”, ¿esas melodías nos ayudan a generar un clima agradable?
  • Si estamos en un grupo, podemos organizar una sesión donde hablar sobre canciones o qué recuerdos nos traen a la memoria. Siempre podemos ir creando una lista con las canciones más significativas de las personas que participen.
  • Crear un coro en el centro, o participar en uno.
  • Aprender a tocar instrumentos, asistir a conciertos u organizar alguno en el centro si esto es posible.
  • Crear espacios en el centro dónde gracias a la música se invite a la calma y la relajación.
  • Incluir la música en sesiones de actividad física (bailes, coreografías).

Lo fundamental es facilitar que la persona tenga un papel activo, que la actividad musical sea significativa para ella y pueda participar en la medida de sus posibilidades, sea cual sea su nivel cognitivo, y que el objetivo siempre sea mejorar su bienestar y favorecer su participación. 

La música y Envita

Ahora que ya conoces lo importante que es la música para evocar recuerdos, emociones y la posibilidad que nos brinda para comunicarnos sin palabras, te gustará saber que en Envita también lo hemos tenido en cuenta a la hora de crear nuestra plataforma online. En ella, encontrarás un apartado dedicado exclusivamente a recopilar la banda sonora de la vida de la persona a la vez que compilamos su historia de vida y rememoramos los momentos especiales que trajeron esas canciones.

Si te interesa la metodología de las historias de vida y quieres saber más de nuestra plataforma online, conoce nuestro servicio Envita Stories.

Nuestra lista musical

Además de nuestra plataforma online, donde te damos la posibilidad de recopilar las canciones favoritas de la persona, también queremos compartir contigo esta lista que hemos creado en Spotify. Esta tiene como hilo conductor los años 40, pero en nuestro perfil encontrarás muchas otras. ¡Síguenos y no te las pierdas!

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