Definir la atención centrada en la persona (ACP) no es fácil, desde su metodología se persigue favorecer la independencia funcional de la persona el mayor tiempo posible y crear las condiciones para que la persona sea capaz de dirigir su vida en función de sus deseos, creencias, gustos e intereses. Es la que promueve las condiciones necesarias para la consecución de mejoras en todos los ámbitos de calidad de vida y bienestar, partiendo del respeto de su dignidad y derechos, preferencias y contando con su participación.
Aplicar los principios de la atención centrada en la persona es apostar por el ser humano y su bienestar, implica reconocer la singularidad de la persona y apoyar su autodeterminación frente a aquello que la hace dependiente.
El enfoque de la personalización requiere que al considerar los apoyos que se necesitan se coloque como centro a la persona, tener en cuenta sus deseos y preferencias, contar con su participación en el proceso, tanto en elaborar su programa como el desarrollo. Todo parte de preguntar a la persona qué quiere y cómo lo quiere. La idea es poner a la persona en el centro, despertar sus decisiones y preferencias personales.
Además de realizar esta valoración integral de la persona, es imprescindible conocer su biografía mediante la elaboración de su historia de vida.
Historia de Vida
La historia de vida se obtiene mediante la aplicación de la escucha activa, en ella se van reflejando las cuestiones que se consideran importantes del relato que la persona va realizando sobre su vida. Cuando tratemos con una persona mayor también deberemos indagar sobre cómo fue su jubilación, las pérdidas, la experiencia de envejecer y sus cuestiones pendientes.
No debemos dar por concluido el documento una vez se ha cerrado el recorrido por las experiencias vitales, sino que debemos considerarlo abierto e ir registrando aquellos aspectos que vayamos descubriendo a lo largo del periodo que dure la relación de ayuda o asistencia.
Este documento es fundamental para la planificación personalizada, descubrir y poner en valor las capacidades de la persona.
Junto con la historia de vida se fija el proyecto de vida, donde se plasman las aspiraciones para el futuro y los deseos de la persona. Primero se crea un resumen breve de la historia de vida y a continuación se indican los deseos y preferencias en cuanto a la rutina, el día a día, las actividades, su espacio personal. Y a continuación se establece el plan para llevarlo a cabo teniendo en cuenta el cómo se va a realizar, con quién, cuándo, y se fijarán unos objetivos.
Los centros
Una residencia que haya adoptado el modelo de la atención centrada en la persona puede ser identificada inmediatamente ya que es diversa y en constante movimiento.
Las habitaciones están personalizadas y adaptadas a cada usuario, los espacios son más pequeños pero acogedores, no es una casa propiamente dicha ni de la manera tradicional que conocemos, pero es un espacio en el que las personas que lo habitan sienten y reconocen como su hogar.
En cuanto a los servicios de cuidados de larga duración, la ACP es un enfoque en auge dentro del sector. Los profesionales y las personas y familias usuarias están siendo más conscientes de que es necesario el modelo en el que se pone en el centro la atención de las personas, velando por su respeto a la dignidad, la defensa de derechos individuales y sobre todo permitir que las personas mayores que necesitan cuidados o están en una situación de dependencia, puedan seguir viviendo según sus decisiones y deseos, que tengan el control de su vida.
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