Vivir muchos años, tener unas vidas longevas es un verdadero triunfo de la humanidad; pero no es suficiente. Lo que realmente importa es vivir con sentido, llenando cada uno de esos años, de esas etapas vitales de significado y propósito. De esta forma la pregunta clave en el ámbito del cuidado debe ser: ¿Cómo cuidar mejor?
Es preciso reconocer que, gracias al esfuerzo colectivo de muchas personas, se han hecho grandes avances en protocolos, técnicas y rutinas en los cuidados que garantizan el bienestar físico y la atención clínica. Sin embargo, hoy sabemos que el verdadero cuidado debería ir más allá de cubrir necesidades básicas.
Cuidar también implica acompañar sueños, apoyar decisiones, mantener y generar los vínculos que den sentido al día a día de las personas.
Por eso, es fundamental hacernos otra pregunta esencial:
¿Qué sentido tienen los años que vienen? ¿Cómo acompañar a cada persona para que siga teniendo un proyecto de vida, incluso cuando necesita apoyos?
El PAPV: una guía para vivir con sentido, para vivir ¡a tu manera!
El Plan de Apoyos al Proyecto de Vida (PAPV) parte de una idea poderosa: todas las personas, en cualquier momento de la vida, tienen algo que aportar, algo que elegir, algo que disfrutar.
Como Marisa, que a sus 83 años sigue disfrutando de sus tardes escuchando la radio. “Ese rato es mío y, aunque no lo parezca, es importante para mí.”
Tal y como recomiendan los expertos, y recoge la normativa vigente, el PAPV es un plan personalizado de atención que se centra en el desarrollo y disfrute del proyecto y estilo de vida de cada persona aportándole, en cada momento, los apoyos que precise para conseguir sus metas y objetivos vitales.
No es una simple lista de tareas, sino una guía viva, compartida y flexible, que se construye en torno a preguntas sobre lo que verdaderamente importa:
- ¿Qué me da alegría hoy?
- ¿Qué quiero seguir haciendo, aunque sea de otro modo?
- ¿Qué o quién me hace sentir acompañado, útil, en calma?
- ¿Qué apoyos necesito para seguir eligiendo?
En palabras de Marisa se trata de “no querer que me organicen la vida; sino de poder decidir qué hacer con ella.”
Vínculos, comunidad y decisiones compartidas
Para que el PAPV tenga verdadero sentido, se necesita algo más que técnica. Hace falta conexión y empatía para desarrollar unas relaciones honestas y verdaderas en las que todos se impliquen en el proceso de cuidado de la persona.
De nuevo, los expertos y la normativa subrayan la importancia de la participación activa de la persona en el diseño, ejecución y seguimiento de su Plan, así como la inclusión de otras personas de su entorno, que son importantes para ella.
El Plan se convierte, así, en un espacio de confianza y complicidad, donde se reconoce no solo lo que la persona necesita, sino también lo que le mueve, lo que le inspira, lo que da sentido a su vida y, además, se da cabida a la participación, a la colaboración y al desarrollo y mantenimiento de vínculos con otras personas significativas en la vida de la destinataria de los cuidados.
Cuando el cuidado se organiza desde el vínculo, con las redes de apoyo y la comunidad como aliadas, el foco se traslada de la dependencia a las capacidades y posibilidades, potenciando la participación de la persona en su entorno comunitario.
Cuidar bien es, en definitiva, acompañar en las decisiones, facilitar actividades significativas, mantener viva la participación, los vínculos y las metas, sabiendo que siempre hay un proyecto de vida, aunque las condiciones cambien.
El impacto del sentido en el bienestar y en la salud
La evidencia científica más reciente subraya la importancia del sentido de la vida y el bienestar en el proceso de envejecimiento saludable.
Un estudio longitudinal de Pfund, James y Willroth (2024) con más de 1.700 adultos mayores demostró que un mayor bienestar, particularmente debido a un fuerte sentido de propósito, se correlaciona con un mejor funcionamiento cognitivo y una menor disminución de las capacidades de la persona. Este estudio resalta que el bienestar eudaimónico -el que se alcanza a través de la autorrealización, la vida con sentido o propósito, el desarrollo de nuestras capacidades y el cultivo de las relaciones- es uno de los mejores predictores de salud durante el envejecimiento.
Porque el bienestar no se mide solo por la ausencia de dolor o por la movilidad conservada, sino que se expresa en lo cotidiano: una conversación que reconforta, un gesto que reconecta, una elección que dignifica, en tener y seguir un proyecto de vida.
En Envita, creemos que el acompañamiento y cuidado siempre deben comenzar preguntando:
¿Quién eres?
¿Qué te importa hoy?
¿Cómo quieres vivir este momento de tu vida?
Y tú, ¿tienes claro qué incluirías en tu proyecto de vida?
Referencias:
Resolución de 28 de julio de 2022, de la Secretaría de Estado de Derechos Sociales, por la que se publica el Acuerdo del Consejo Territorial de Servicios Sociales y del Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia, sobre criterios comunes de acreditación y calidad de los centros y servicios del Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia. Publicada en el BOE núm. 192, de 11 de agosto de 2022, páginas 117584 a 117621.
Pfund, G. N., James, B. D., & Willroth, E. C. (2024). Bidirectional relationships between well-being and cognitive function. Psychological Science. Enlace al estudio.