El libro de vida
Antes de nada, ¿qué es un libro de vida? No es del todo un diario ya que no tiene entradas ni fechas concretas. Es un libro en el que escribir cosas que te han pasado o por las que has pasado y, no necesariamente, en orden cronológico. En él se recogen las vivencias y fotografías más importantes de nuestra vida, pudiendo estar organizado por etapas. Es diferente a un álbum de fotografías porque aquí tu “relato” cobra protagonismo frente a la imagen, es decir, tu versión de cómo has vivido esas experiencias.
Como los libros de vida son un banco de recuerdos de la vida de la persona, se implementan también de forma terapéutica en personas con enfermedad de Alzheimer, pues sirven como estrategia terapéutica para potenciar la identidad de la persona y estimulan la memoria desde la evocación de reminiscencias.
¿Por qué escribir uno?
Para cada persona hay un objetivo. Algunas personas quieren plasmar todas sus vivencias para que esas historias no se pierdan y puedan ser transmitidas a futuras generaciones. En otros caso el objetivo principal de escribir nuestra historia de vida es conocernos mejor… explorar las relaciones con nuestros familiares, amigos y todos aquellos con quienes tenemos una relación especial; disfrutar al rememorar los lugares preferidos en los que hemos vivido o hemos visitado; e incluso plasmar en un libro nuestros planes de futuro.
Hoy en día, están siendo utilizados además en diferentes contextos y disciplinas, como la educación, la terapia ocupacional o la psicoterapia… ya que tiene interés tanto para la persona protagonista del libro de vida como para la persona que la acompaña (educador/a, terapeuta, psicólogo/a o cuidador/a).
Algunas residencias o centros de día de personas mayores están empezando a utilizar las historias y los libros de vida como herramientas para personalizar la atención a los residentes.
El procedimiento consiste en estructurar los recuerdos de nuestra vida y a través de nuestra propia mirada.
Además, el libro se convertirá en un valioso recuerdo familiar